Hace casi dos años les informábamos sobre el barco de cruceros más grande del mundo, el “Harmony of the Seas”. Este record ya es historia, ahora, es otro barco de cruceros el que ostenta este título, el “Symphony of the Seas”.
Con 362 metros de longitud, este barco solo tiene 20 metros menos que el Empire State Building. En este coloso caben hasta 9.000 personas, de estas, 2.200 son miembros de la tripulación y tiene exactamente la misma longitud que el otro barco, pero en cuanto a volumen, su peso bruto es unas 2.000 toneladas mayor.
La compleja oferta de ocio de esta ciudad flotante hace prácticamente imposible el aburrimiento de los pasajeros. Entre las ofertas, entre otras, hay rocódromos, la réplica de un jardín de Central Park de Nueva York, el “Royal Promenade”, una tirolina, simuladores de surf, así como dos piscinas con tres toboganes acuáticos.
Naturalmente, tampoco pueden faltar nuestros toboganes secos, que ya causan furor en el “Harmony”. Las cosas que funcionan no hay que cambiarlas: ambos toboganes tubulares son iguales a los del “Harmony” y tienen el mismo nombre “Ultimate Abyss”. Equipado con efectos LED, audio y twister, esta instalación se prolonga por diez cubiertas con una longitud de 66 m respectivamente desde la popa del barco.
Su montaje comenzó la primavera de 2017 y fue realizado en varios periodos. Debido al modo constructivo del barco, no siempre fue posible utilizar una grúa o un andamio. Debajo de la cubierta 14, por ejemplo, para el montaje se tuvieron que utilizar técnicas de escalada y de elevación manuales.
El 23 de marzo el barco abandonó los astilleros de Saint-Nazaire dirección al Mediterráneo.
